Hola a todos.

¿Formación es inversión? Por supuesto que sí, siempre que hagas algo con esa formación.

No manejo cifras exactas de los estudiantes que acaban su carrera y no encuentran un trabajo adecuado a la profesión elegida para hincar los codos durante años, con lo cual no me parece demasiada buena inversión, pero me imagino que son muchos, a juzgar por las constantes noticias que nos llegan a través de los medio.
No se trata de valorar en este post si la carrera fue bien seleccionada antes de decidir entre las diferentes opciones pues en muchos casos el no tener trabajo relacionado con los estudios cursados dependen de factores externos al estudiante; pero el caso, y de ahí este post, es que si no le sacas dinero a tu formación, NO ES UNA INVERSIÓN.

Hoy os quería escribir sobre esto porque he tenido esta mañana una conversación acerca de mi libro «Finanzas para un tonto» del cual podéis descargar el primer capítulo aquí. Hablaba con esta persona sobre sacarle el provecho al libro. ¡Si te gastas 16,50€ en el libro es necesario que le saques más dinero del que te costó! Le comentaba yo.
Como siempre he dicho; quizás la aventura vivida por los personajes de «Finanzas para un tonto» pueda resultarte divertida o entretenida (lo es a juzgar por la cantidad de comentarios recibidos al respecto) pero si no sacas provecho a los datos, estadísticas y reglas sobre economía doméstica, el libro no habrá servido para el objetivo con el que se creó: Que el ciudadano medio tenga cultura financiera suficiente para poder tomar decisiones adecuadas con su dinero.

En el libro hago referencia a un concepto aprendido en el curso de ventas «McInver», a cuyos profesores quiero agradecer desde aquí su aportación. Este concepto al que me refiero es la «escucha activa», no es lo mismo oír que escuchar. Lo mismo pasará con el libro «Finanzas para un tonto», no todos aprovecharán lo que el libro puede aportar.
Un ejemplo de lo que digo en cuanto a transformar el libro en una inversión está en el capítulo «El túnel de la risa»: El personaje central, Juan Tonto de las Finanzas, se encuentra con un señor vestido de Supermán (¿doy más pistas?) que le quiere vender no sé qué pagarés con un 10% garantizado. Nuestro intrépido protagonista, acompañado de su mujer, declina la oferta argumentando que no está registrado en la CNMV, y otras explicaciones que podéis encontrar en el libro.

En este caso, quien aprovechase los conocimientos leídos en el libro no hubiera tenido una buena inversión, sino que hubiera evitado una pérdida de 50.000€, que era lo que la empresa Nueva Rumasa pedía para invertir en sus pagarés. ¿Qué valor tiene entonces el libro? Ya ves que no tiene nada que ver con el precio.
Ah, recuerdo, porque estoy orgulloso de ello, que la autoedición del libro «Finanzas para un tonto» salió a la venta antes de que se destapase el escándalo de la empresa del Sr.Ruiz Mateos. Y no me dió tiempo de escribir sobre los «Bonos Patrióticos», que si no…

Por favor, aprovecha el contenido del libro; la aventura en el parque «Moneyland» puede ser divertida, pero si lo que buscas en el libro es una aventura, te recomiendo la saga de Harry Potter.
Si conviertes los datos del libro en conocimiento aplicado podrás jubilarte antes de tiempo y por tus propios medios, podrás saber que te ha vendido el banco o la aseguradora, podrás elegir entre comprar o alquilar con conocimiento de causa o podrás, por ejemplo, enseñar a tus hijos cuánto y en qué deben ahorrar desde pequeños.

Todo eso tiene para ti el libro, pero recuerda: si el que sabiendo no lee es igual que el que no sabe leer, no aplicar lo leído será como no haberlo leído. El libro lo puedes encontrar en tu librería habitual, en España, de momento.
¡¡¡ Tú decides !!!

Salu2

Juan Marín Pozo